Friday, February 18, 2005

De la serie... ella habla sola

De un tiempo para acá pienso en ti de manera tan deforme, inconstante y reprobable que tu imagen en mi cabeza es ya un verdadero cuadro abstracto a lo Tapiesse (no sé si se escribe así). Con pelos, papel y todo.En los últimos días de este mes he experimentado algo nuevo para mi que tiene algo de encantador: manejar por las mañanas, justo cuando el sol se asoma apenas. Hay poca gente, el aire es fresco y limpio, tanto, que puedo fumar y sentir como pocas veces el buen sabor de este acto. Hacerlo sola lo hace ideal para poder cantar, a todo el volumen posible de mi estéreo a casette, las canciones de Janis, Serrat o Jaime López que tanto me gustan.No sé si pienses lo mismo, pero este cuadro se presta mucho para la nostalgía que no la melancolía. Es aquí donde entras tu. Como aventureros del espacio; de la casta que cruzaba el tiempo a través de un espejo de agua con rayos laser, foquitos y un montón de cables; nosotros cruzamos de igual forma el tiempo que no estuvimos para detenernos sólo en los instantes precisos e infranqueables que por su carácter de maravillosos, el hecho de no vivirlos hubiera cambiado de alguna forma el trayecto de nuestras vidas.¿Para bien? ¿Para mal? No lo sé. Pasó.
¿Ahora? Sucede a pedazos, en mi pésima memoria y en los momentos en que el alcochol eructa en mi boca tinta, el recuerdo de tus besos y tu amor a ratos y en espasmos.
Besos urgentes sin estampilla y por tanto, perdidos en el anáquel.

No comments: